Es algo común: una canción o un estribillo se nos mete en la cabeza y no podemos dejar de repetirlo. Al principio puede parecer algo sin importancia, pero este suceso, si persiste, puede llegar a ser una pesadilla para la persona que lo sufre.
La ciencia intenta explicar este hecho musical tan cotidiano, aunque aún quedan muchas incógnitas sobre, por ejemplo, cuáles son las canciones más proclives a convertirse en gusanos musicales.
La razón por la que nuestro cerebro es incapaz de dejar de repetir ciertas notas parece ser o bien porque este trata de terminar una melodía sin acabar o bien porque necesitamos una ayuda para que este no deje de funcionar, incluso cuando no necesita hacer uso de su mayor rendimiento.
Las productoras musicales nos tienen estudiados!
Por supuesto, las productoras musicales llevan ya tiempo averiguando cuáles son los patrones musicales que tienen más posibilidad de convertirse en earworms, ya que una canción pegadiza es la más rentable. Sin embargo, no hay ningún modelo único, aunque suelen ser las canciones más sencillas y repetitivas.
Un caso extremo de este suceso es el de Jack Pudwell, quien ha estado sufriendo gusanos musicales hasta el punto de considerarse alucinaciones, impidiéndole llevar una vida normal y corriente.
¿Será la próxima canción que escuches un gusano musical? ¡Esperemos que no!.